Ni en los mejores planes de negocio ni análisis estratégico se había considerado un escenario 2020 como el que estamos viviendo. ¿Porqué? Las organizaciones en su mayoría no realizan un análisis a conciencia de los riesgos que pueden afectarles y no se tienen planes de contingencia para salir de la crisis.
Es innegable que esta situación de crisis mundial nos ha tomado desprevenidos. Ni en el mejor de los planes de crisis y contengencias se habia considerado un escenario tan duro para la sociedad, sus organizaciones y por ende los que las conformamos.
Análisis del contexto
No obstante, esta situación no debe tomar ser abordada desde los extremos: ni esta pandemia es apocalíptica y acabará con la población, ni tampoco debe tomarse a la ligera y esperar que las cosas ocurran por inercia. La presencia de situaciones que desconocemos y en el momento que menos nos los esperamos, originan incertidumbres y no saber el actuar frente a ellas, representan riesgos con el potencial de perjudicar aún más y oportunidades que no podríamos aprovechar para crear valor. Por ello, aplicar una apropiada gestión de riesgos tanto en una organización, en un país, en la vida profesional y personal, permitirá hacer frente eficazmente a estas incertidumbres, así como a los riesgos y oportunidades asociados con ellos.
Para ello es importante realizar un análisis estratégico que contemple todos los escenarios. Aquí compartimos un análisis PESTEL para evaluar los factores internos en el cual está inmersa cualquier organización que está afrontando esta crisis.
Según una publicación de Bloomberg el mes pasado, Estados Unidos esta viviendo el mayor cierre de fábricas desde la Segunda Guerra Mundial. Y esa será la tendencia: negocios reconvertidos, fusiones paralizadas, planes de pagos re-negociados entre cliente y proveedores. No obstante, en este escenario de crisis existen grandes sectores ganadores y perdedores.
Fuente: Calidar Consultores (2020).
Para los sectores muy golpeados con la crisis, se espera una recuperación que puede tomar un año, según estimaciones de la consultora Deloitte.
¿Qué hacer ante esta situación?
Las organizaciones deben replantarse sus modelos actuales de negocio y para ello es importante realizar un análisis integral, tanto de sus nuevos Stakeholders como de los factores internos y externos que afectan el comportamiento natural de sus actividades. No se trata de cortar empleos sino de retener el talento que versátil y polifuncional que ayudará a sacar adelante el negocio.
Acto seguido, deben encontrar el equilibrio perfecto donde se maximiza el valor (trade-offs) acorde a los objetivos establecidos y se allana el camino para la rentabilidad. Una organización que contempla estos escenarios, si bien no se asegura un éxito fulminante, por lo menos se buscará salir a flote de este momento. ¿Se pudo evitar esta situación? empezamos el artículo diciendo que ni en los mejores escenarios estratégicos se habría prevenido esta situación. No obstante si fue posible amortiguar el golpe a través de una correcta e integral evaluación de riesgos acompañado de un desarrollo de Planes de Contingencias para la continuidad de sus operaciones.
Tener un plan de continuidad de negocio nos inspira confianza en su capacidad para continuar con el trabajo durante una interrupción, protege la reputación empresarial, responde a los requisitos legislativos, reduce costos de la interrupción, crea una ventaja competitiva y contribuye a la resiliencia organizacional
Con respecto a la implementación de la gestión de riesgos es importante que se enfoque como un proceso continuo e integrado en el quehacer diario de la organización. nuestras acciones deben estar dirigidas a cumplir con los objetivos pero mirando atento siempre a nuestro cable a tierra, que son los riesgos asociados.
Según la ISO 31000, los riesgos son:
- Transversales a toda la organización
- Ayudan a tomar decisiones informadas.
- Toman en cuenta a todos los stakeholders
- Parte de la Gobernanza y Liderazgo
La clave que debe seguir toda empresa es identificar los muchos elementos sistémicos que pueden fallar en un momento de una crisis y prepararse para ellos. Asimismo, se deben aprovechar estos escenarios para adoptar las nuevas tecnologías y realizar también análisis de datos que contribuyan a las decisiones estratégicas del negocio. Pero lo mas importante: proteger a los colaboradores de nuestra organización, mas allá de la rentabilidad de corto plazo. Sabemos que este punto es muy difícil en la actual coyuntura pero apostar por las personas nos ayudará a salir delante de cualquier pandemia.
